jueves, junio 04, 2009

Apagón y Muerte

Escrito originalmente en noviembre de 2007

Este mundo de las ciudades superpobladas por el boom hipotecario y gracias al exagerado consumo energético de la tecnología en forma de electrodomésticos, la civilización se ha convertido en una sociedad tecnificada en la que nada importa pero hay algo que sigue ocurriendo: los apagones

-¡se ha ido la luz! – exclamo una voz aguda y rabiosa – No he podido guardar la partida

-El ordenador se ha quedado pillado, estúpido apagón de los… mormones –gruñía una voz más seria – el CD se ha quedado dentro y no hay manera de sacarlo

-Peor es ahora, que no hay nada que hacer…

-Preguntémosle al viejo que se hace en tos casos

-¡Viejo!

-¡¿Qué?! – decía una voz carrasposa desde el otro extremo del domicilio

-¡¿Qué se hace cuando no hay luz ni electricidad?!

-¡buscar las velas del cumpleaños y un mechero!

-¿Qué se celebra?

-¡¿para qué?!

-¡para vernos las caras! Es lo único con lo que se puede prender fuego

-Pues muy bien… aviaos vamos… ¡¿Y después qué?!

-¡lo primero es lo primero! ¡después ya se verá! ¡y preferimos llamarnos ancianos o tercera edad!

Y de esta manera, tras chocarse con los muebles…

-¡aquí esta! ¡Por fin lo tengo todo!

-enciéndelo, no se a que esperas…

-estamos trabajando en ello…

Y tras prender fuego a las velas una leve luz les ilumino los rostros. Eran tres varones de corta, mediana y avanzada edad respectivamente. El crio ignorante hablo con su infantiloide voz aguda preguntando que hacían ahora, a lo que el adulto puso cara de circunstancias y miró al anciano, que soltó una carcajada y habló

-tendremos que hacerlo como en los buenos tiempos

-¿liarnos a golpes?

- no. Sentarnos tranquilamente y disfrutar del placer de una buena lectura a la luz
de las velas, voy a buscar un libro

-¿libro? ¿Todavía existen esas cosas? Pensaba que se extinguieron, o dejaron de fabricar

-y en su mayoría es verdad todo eso que dices pero todavía conservo algunos que recibí hace muchos años como legado de un antecesor, como el Quijote, que fue libro antes que película o este que os voy a leer para que ahora que sois jóvenes aprendáis a valorar la vida y la muerte

-¿salen samuráis?

-no, esto es un libro serio, déjame empezar

Esto es la historia de un chico joven que sin saber cómo llego a un sitio un tanto extraño. El aire era tan espeso que se podía decir que no había aire. Y era muy lúgubre pues estaba tan oscuro que no podías ver más que siluetas deformes y extrañas que van y vienen. Aunque parecería una habitación sin luz en realidad era el sitio más amplio e inmutable que existe, lo único que era seguro es que pisabas sobre algo que podríamos llamar suelo, el suelo más perfecto jamás visto, pero no mires arriba pues no hay ni techo ni cielo, solo oscuridad hasta donde tus sentidos alcancen

Obviamente el Joven se encontraba desconcertado. Tenía un continuo escalofrió que le recorría la espalda cómo si de una montaña rusa se tratara. Examinó el lugar o lo que uno podría examinar hasta que unas figuras que caminaban hacia su este le llamaron la atención, se acerco recorriendo los escasos metros y se encontró con el pescadero de su barrio y la mujer del carnicero que iba detrás

-oye, si mi mujer pregunta por mi dile que TODA la noche estuve contigo

-esto… si, por supuesto… -esto desconcertó aun mas al pobre hombre, que por un lado se sentía mejor al ver a una cara conocida pero por el otro más inquieto – oye, espera, ¿A dónde vas?

Y desapareció, al girarse para seguir explorando se encontró con una gran figura blanca, ataviada con un largo camisón con capucha roído y deshilachado y una guadaña enorme. Como es normal en estos casos el Joven se asusto

-¡OH! Perdona que te haya asustado. Soy la Muerte, ¿Cómo estás? Muerto, supongo, jajajajaja… es un buen chiste para romper el hielo

- la madre que te parió… -decía el Joven bien y comprensiblemente cabreado - ¿Cómo se te ocurre presentarte así, sin avisar? ¡Y con esas pintas! Si es que vas provocando el miedo en cuanto te ven

-eso explicaría porque la gente tiene miedo de la muerte, con lo buena que soy… ¿Qué te parece si cambio mi aspecto por algo más elegante?... ¿Qué, dime que te parezco así?

-es la primera vez que hablo a un esqueleto con smoking blanco, es una horterada, si fuera negro todavía

-para todo hay una primera vez, incluso para morirse, y visto de blanco para que no me confundan con el entorno

-¿este entorno es al que te refieres?

-el mismo, lo llamo Villamuerte

-¿VillaMuerte?

-claro, aquí traigo los muertos, como tú, son mis huéspedes

-espera, ¿estoy muerto?

-por supuesto, (no sé cómo no te has dado cuenta antes) si no, no estarías aquí. ¿Qué quieres tomar?

-lo mismo que tu… por no hacer el feo a mi anfitrión

-¡marchando dos Martinis secos agitados no revueltos! ¿Qué se siente al estar muerto?

-no sabría decirte… todavía estoy digiriéndolo, me siento… -deja la copa con
disimulo mientras Muerte bebe a grandes sorbos- … no sé cómo decirlo… como… vacio

-normal, si no te alimentas bien luego estas vacio

-¿y qué sabe la Muerte sobre bebidas y comidas?

-yo lo sé todo

-¿todo?

-todo y mas, pregunta y te lo demostrare

-¿Cómo eres la muerte?

-toma una silla, es muy largo… pues estudiando mucho, después de la carrera tocan
las oposiciones y una vez aprendes todas las formas imaginables de matar te dan el diploma y el trabajo. Es bastante divertido, a veces me aburre de siempre lo mismo y me voy renovando, el otro día invente el cáncer y el puenting sin cuerda

-que frívolo todo

-¿acaso el morirse no lo es?

-tal vez… ¿Qué va a ser de mi?

-estos humanos… siempre tan egoístas…

-sí, pero, por favor, explícame que me va a pasar ahora que estoy muerto

-no hay nada, esto es lo que hay, lo que ves a tu alrededor, nada, oscuridad, vacio

-¿pero qué hay del cielo y el infierno? ¿Hay vida de ultratumba? ¿Reencarnación y
karma? ¿Algo?

-mira el abismo que te rodea, es lo que te espera, el cielo y el infierno no es más que la vida que cada uno elige llevar, la idea de cielo o infierno es un dogma de las religiones para darles negocio y conducir a los creyentes hacia un propósito
La vida de ultratumba es esto que ves, vagar toda la eternidad por un confín infinito, no hay reencarnación puesto que vida y muerte: misma cosa. Y el karma no es más que otra manera de recapacitar sobre la conducta de cada uno. Lo único que hay seguro y perpetuo en esta vida es la muerte, todo lo demás es efímero, incluso el amor que solo dura un año, por eso lo mejor es tumbarse a descansar y no volverse a levantar. Lo único eterno e inmutable es el vacio, al fin y al cabo ¿Quién quiere vivir para siempre?

-Dios… -una sombría expresión asolo el ya de por si lúgubre rostro del Joven, en un último intento de desesperación se fijo que la muerte sonreía macabramente desencajando un extremo de los maxilares inferiores- dime, Muerte, ¿a qué se debe tu felicidad?

-soy feliz, a diferencia de los de tu especie yo entiendo el significado de la vida y todo, todo es tan simple que no tengo preocupaciones porque los humanos cada vez me llaman menos porque ellos hacen el trabajo por mi

-Santa madre de los malacatones… ¿y todos los muertos vienen aquí?

-Sí, la teoría del tiempo es desconocida para los seres humanos. El tiempo es un punto, y todo ocurre en ese tiempo, por eso aquí hay todos los difuntos que murieron, que han muerto y que morirán

-¿y qué hacen?

-mira. –y los huesecillos que forman el índice de la Muerte señalan detrás del Joven, este se gira y ve a una figura familiar empapada de sangre que a lo lejos le hacían parecer una mancha escarlata, el chico entorno la vista y consiguió ver como la fantasmal figura se acercaba. Reconocería ese mostacho unido a la cara de mala leche cuyo brazo siempre estaba pegado al gigantesco cuchillo jamonero: era el carnicero

-¡eh! ¡Tú! ¡Si ves a mi mujer dile que sé lo suyo con el pescadero!

-si… no se preocupe, les hare llegar su amenaza… pero sepa usted que llega tarde. Muerte, ahora que se ha ido… eso no ha contestado mi pregunta

-si lo ha hecho, una vez mueren los traigo aquí, y los suelto para que hagan su vida, una vez hecho esto les ayudo en lo que me piden, mi máxima es que esta mi casa sea su casa, por eso algunos ni me ven, otros se dedican a sentarse y sonreír de rabiosa felicidad cuando ven un alma pasar, y por esto estoy hablando contigo tranquilamente y disfrutando de los placeres de una charla

-espera… ¿estás hablando conmigo porque lo quiero?

-Sí, tienes dudas y necesitas saber, así que yo he de respondértelas, por ejemplo: he de mostrarte la luz y enseñarte por que estas aquí

-¿y cuál es la respuesta de la causa de mi muerte?

- tu amigo Marquitos, el que no recicla las pilas

-¿qué? – más estupefacción aun en el Joven

-lo que oyes, piensa y lo comprenderás: tú ligabas en el bar pero inmediatamente entraba alguien y no te comías ni un rosco. ¿Quién es ese alguien?

-Marquitos, el que no recicla las pilas

-claro, Marquitos que es gafe, otra: ¿Cuándo se quedaba el coche sin gasolina?

-cuando conducía Marquitos

- porque Marquitos es gafe…

- es verdad, eso explicaría porque al equipo de futbol le iba mal, el gafe de Marquitos era el portero, y los aspersores que se encendían en el parque…

-bien, chaval, lo vas cogiendo… piensa ¿Qué es lo último que recuerdas de tus años de vida?

-recuerdo… recuerdo subirme a un ascensor con Marquitos

-Y ese ascensor pa’bajo y PUM!, apareces aquí, así moriste

-¿y Marquitos?

-el se salvo, murió a los 80 años en los encierros de su pueblo

-Y entonces… -la cara del Joven se había transformado en una expresión diabólica- …
Marquitos esta en algún lugar de aquí

-Sí, solo tienes que buscarle

-bien- y el joven inicio una galopada interminable para encontrar al amigo Marquitos el gafe y retorcerle el pescuezo hasta el fin de los tiempos, porque como ya dice el refrán “si a un gafe acercarse ves, de correr no te olvides”
*******

-¿y que sacamos de esta historia? Que si encontráis al gafe que ha provocado el eterno apagón que estamos sufriendo no nos queda más remedio que posar nuestras manos sobre su garganta y apretar con fuerza hasta que deje de retorcerse…

-eso sí lo hemos entendido, pero lo que esta anécdota me ha recordado son los gritos que se oyen desde el ascensor

-sí, vale, muy bien, esto… -el infante parecía nervioso a la vez que contento- antes de que se vengan mas gentes… ¿no tendrás alguna historia más en ese libro? Y si sale una familia psicópata ultra violenta todavía mejor

FIN

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